viernes, 20 de noviembre de 2009


Boxer

El bóxer es de origen alemán; en el año 1930 ingresan a EE.UU. desde Alemania, ejemplares de excelente calidad e inclusive después de la Segunda Guerra, se importaron también los mejores ejemplares alemanes para salvarlos. Regresando unos años más tarde a refundar el criadero de la Sra. Stockmann precursora indiscutida de la raza por una vida de más de 80 años. Aunque su creación, desarrollo perfeccionamiento es netamente alemán, aunque los ingleses también reclaman su paternidad. Respecto a su nombre existen varias teorías, por un lado sostienen que "Bóxer" es una corrupción del término "Beisser", que significa mordedor. Esta coincide con el empleo primitivo de la raza utilizado para acosar a los toros. Por otra parte, están quienes afirman que Bóxer proviene de la palabra "boxi", nombre alterno que se le daba a una raza extinguida llamada "Brabanter". Según esta teoría, el Brabanter fue el progenitor del primitivo Bóxer. La última y más simple de estas teorías nos habla que debe su nombre a una derivación de la palabra inglesa "box", que significa boxear; quizás en principio fue su apelativo por el particular estilo de comenzar sus juegos o peleas.
Con el paso del tiempo y de las modas, estos perros que en un principio eran sólo propiedad de la corte alemana, terminaron distribuidos entre el pueblo. Por entonces se importó a Alemania una raza que se parecía al "Bullembeisser", el "Mastiff", más grande que éste, cruzado con el más pequeño, "Bulldog". Este perro a su vez se cruzó con "Bullembeisser de Brabante", y es así como nacen unos mestizos de los que al principio no se sabe si eran "Bóxer" o "Bulldog".

Reinagles's sostenía que el Bóxer tenía una gran similitud con el Bulldog que se criaba en el año 1853, agregando que, inclusive, existía una especie en Inglaterra a mediados del siglo pasado que guardaba aún más la apariencia de los Bóxer primitivos.

La raza no fue ajena al movimiento cinéfilo de fines del siglo pasado y en 1895 se presentó por primera vez en la Exposición Canina de Munich, llamando poderosamente la atención de los presentantes.

Un año más tarde fue fundado el "Club Alemán del Bóxer", participando activamente en él los Sres. E. Koing y F. Roberth, pioneros entusiastas y propulsores de la raza Bóxer.

La popularidad de la raza comienza a principios de este siglo a expandirse por el resto de Europa y mucho más tarde se la conoce en Estados Unidos de Norteamérica.

En nuestro país se lo registra a principios de la década del '10, siendo la calidad de aquellos ejemplares no tan distante a los conocidos en Europa a fines de siglo.
Sus características



Básicamente es un perro guardián que posee la virtud de ser defensor de su hogar y de sus dueños. Siempre dispuesto al ejercicio, la diversión o a permanecer acompañando a sus dueños y descubriendo sin error cuando más necesitamos de su compañía. Tiene la mandíbula inferior saliente (prognatismo), labio superior grueso e hinchado, sostenido por los caninos de aquélla. Dentadura fuerte y sana con caninos muy distantes entre sí. Escotadura naso-frontal netamente marcada. Cráneo de forma algo redondeada y con una longitud igual al doble de la caña nasal.

Su tórax desciende hasta los muslos. Con una profundidad similar a la mitad de la alzada a la cruz. Costillas bien marcadas y arqueadas pero no redondas, que se extienden hacia adentro. Costados cortos cerrados y tensos, levamente retraídos. Dorso corto, recto, ancho y musculoso, con cruz bien marcada. Grupa musculosa un poco inclinada y ancha.
Sus pies son pequeños con dedos cerrados y curvos los anteriores y, los posteriores, con dedos más largos.
Su cola es de inserción bastante alta. Cotada de modo que se lleva hacia arriba.
Su pelaje es corto, brillante y adherente. Color, del amarillo al leonado, a veces atrigrado, es decir, con franjas transversales oscuras o negras que corren en la dirección de los muslos y la típica máscara negra sobre el hocico.
Respecto a sus cuidados necesita pocos, en lo que se refiere al mantenimiento del pelaje. Aunque es capaz de vivir en apartamentos normales necesita mucho ejercicio para liberar toda la energía que tiene.
Hay que tener en cuenta la aciencia y cariño necesarios en el proceso de adiestramiento.