Con el paso del tiempo y de las modas, estos perros que en un principio eran sólo propiedad de la corte alemana, terminaron distribuidos entre el pueblo. Por entonces se importó a Alemania una raza que se parecía al "Bullembeisser", el "Mastiff", más grande que éste, cruzado con el más pequeño, "Bulldog". Este perro a su vez se cruzó con "Bullembeisser de Brabante", y es así como nacen unos mestizos de los que al principio no se sabe si eran "Bóxer" o "Bulldog".
Reinagles's sostenía que el Bóxer tenía una gran similitud con el Bulldog que se criaba en el año 1853, agregando que, inclusive, existía una especie en Inglaterra a mediados del siglo pasado que guardaba aún más la apariencia de los Bóxer primitivos.
La raza no fue ajena al movimiento cinéfilo de fines del siglo pasado y en 1895 se presentó por primera vez en la Exposición Canina de Munich, llamando poderosamente la atención de los presentantes.
Un año más tarde fue fundado el "Club Alemán del Bóxer", participando activamente en él los Sres. E. Koing y F. Roberth, pioneros entusiastas y propulsores de la raza Bóxer.
La popularidad de la raza comienza a principios de este siglo a expandirse por el resto de Europa y mucho más tarde se la conoce en Estados Unidos de Norteamérica.
En nuestro país se lo registra a principios de la década del '10, siendo la calidad de aquellos ejemplares no tan distante a los conocidos en Europa a fines de siglo.